Te cuento, cuidar el granito blanco no es una tarea sencilla, pero tampoco imposible. A diario, uno debe asegurarse de limpiarlo adecuadamente. Por ejemplo, si después de la cena dejo una mancha de salsa de tomate en el granito y trato de limpiarlo al día siguiente, la mancha puede haberse adherido más, lo que requiere el doble de esfuerzo. Lo mejor sería limpiarlo inmediatamente con un paño húmedo.
En cuanto a los productos a utilizar, no se te ocurra usar limpiadores ácidos como el vinagre o el limón. Estos pueden corroer la superficie y con el tiempo, hacer que pierda su brillo natural. Un buen limpiador de pH neutro es la mejor opción. He probado varias marcas, y la que más me gustó costaba alrededor de 15 euros por botella de 500 ml; una buena inversión teniendo en cuenta el valor estético de mantener una encimera impecable.
Hablando de estética, el granito blanco es muy susceptible a las manchas de aceite. La primera vez que me descuidé y dejé caer un poco de aceite de oliva, quedó una mancha muy difícil de remover. Encontré en un foro que aplicar una mezcla de harina y jabón de platos sobre la mancha y dejarlo actuar durante 24 horas puede ayudar a absorberla. Pensé, ¿por qué no intentarlo? Funcionó de maravilla. Además, evitar cortar alimentos directamente sobre la superficie también es crucial.
¿Sabías que el sellado del granito blanco es absolutamente esencial? Yo no lo sabía hasta que noté que el agua no formaba gotas y se absorbía rápidamente. El granito blanco, aunque muy resistente, es poroso, lo que permite que las manchas penetren más fácilmente si no está sellado. Según un estudio de la Marble Institute of America, recomienda sellar el granito al menos una vez al año. La primera vez contraté a un profesional, me costó aproximadamente 200 euros por aplicar un sellador de alta calidad.
Otra cosa interesante, en términos de durabilidad, el granito blanco puede durar más de 25 años si se cuida adecuadamente. Marcas reconocidas como Cosentino garantizan sus productos por un período de hasta 10 años, lo que te da una idea de la calidad y resistencia del material. Recuerdo estar en una feria del hogar donde un representante mostró cómo una encimera de granito blanco, bien mantenida, puede soportar incluso objetos calientes hasta 280 grados Celsius sin sufrir daños. ¡Impresionante!
El uso de tablas de cortar y salvamanteles no es negociable. En cuanto instalé mi cocina nueva, subestimé esta recomendación. Tras solo unos meses, noté pequeñas rayaduras que no se iban con la limpieza diaria. Al consultar con un experto, me recomendó siempre tener a mano estas herramientas y evitar impactos fuertes, especialmente con utensilios metálicos. A partir de ese momento, no corto nada directamente sobre el granito.
Una de las mayores ventajas del granito blanco es su capacidad para resistir bacterias, algo muy útil en la cocina. Pero es crucial, por lo menos una vez a la semana, hacer una limpieza profunda. Personalmente, mezclo agua con un poco de alcohol y desinfecto toda la superficie. Son tareas simples que se pueden realizar en menos de 10 minutos y aseguran mantener la encimera libre de gérmenes.
Si hablamos de costos, mantener el granito blanco en óptimas condiciones no es barato, pero lo considero una inversión a largo plazo. Entre limpiadores especializados, selladores y mantenimiento profesional, puedo gastar unos 300 euros al año. Sin embargo, comparado con el reemplazo de una encimera dañada que puede costar hasta 2000 euros, es una diferencia abismal.
Finalmente, si estás pensando en instalar granito blanco en tu hogar, te recomiendo investigar y visitar sitios como granito blanco para obtener una idea clara de qué esperar y cómo cuidar este bello material.